Así empezó todo….
A mediados de los años 80, como todos los adolescentes de mi época, el orden de prioridades era muy simple: las chicas, las motos, la música…
Yo soy de esa generación que creció en el patio, que ahorraba para comprar cintas de cromo que al parecer daban mejor calidad de sonido, y que por supuesto, forraba las carpetas del instituto con fotos de chicas.
En aquella época, la gente de mi edad estaba bastante quedada con Kim Basinger, Brooke Shields, Bo Derek, Kelly Le Brock… Las supermodelos eran anónimas.
Piratear cintas era todo un arte. Y ni de lejos, estaba perseguido por la ley. Es más, nos conformábamos con grabar directamente de la radio agradeciendo cuando el locutor se quedaba callado. Nos gustaban los Cure, los Smiths, AC/DC… y en España Los Nikis, Los Ilegales, Radio Futura, Siniestro total… y los escuchábamos en los walkman de Sony.
Nuestro ocio televisivo se limitaba a un par de cadenas de televisión. “Corrupción en Miami” -por los Ferraris que aparecían-, y Dallas. Los peliculones de culto de la época fueron Top Gun, en la cual Tom Cruise aceleraba a fondo una Kawasaki GPZ 900, y “Regreso al futuro”, con el inolvidable DeLorean.
Yo soñaba con dos cosas: que mis padres me mandaran a estudiar un año a estados Unidos y con tener en el garaje una Honda MBX blanca…
Un poco de historia…
En los primeros días del mes de Septiembre de 1983, se anuncia la llegada inminente de la Honda MBX 75 Hurricane.
El nombre de “Hurricane”, se obtuvo a través de un concurso en la revista Motociclismo, lo que contribuyó a crear expectación entre el mundillo motero de la época.
Nada menos que Freddie Spencer, el campeón del mundo de 500 cc, se encargaba de anunciarla. De hecho, hay una historia detrás de esto. Y es que dicen que fue el propio Spencer quien sugirió a Honda hacer una réplica de su moto para los chavales de 16 años, algo a lo que los japoneses en principio se negaron por el elevado coste que supondría para los posibles compradores.
Pero Freddie no se equivocaba y Honda hizo la Hurricane que, a pesar de su elevado precio para la época, casi un cuarto de millón de las antiguas pesetas, en España se vendió hasta la última unidad salida de la factoría de Montesa-Honda en Esplugues de Llobregat… Sigue leyendo →